CAPITULO 54

CAPITULO 54

Lali se dirigió a su oficina, contigua a la cocina, y se sentó en la silla de cuero, ante el escritorio. No era que Benjamín la hubiera afectado tanto, sino que con él habían vuelto muchos recuerdos. Como una oleada de agua tría, recordó la horrible noche en que supiera la verdad sobre su tío y su prometido. Un recuerdo tras otro: Peter abrazándola, Peter diciéndole qué hacer, Peter haciéndole el amor y Lali constantemente aterrada. En los últimos cuatro años se había sentado a escribirle cientos de veces para hablarle de su hija y decirle que ambas estaban bien.

Pero siempre se acobardaba. ¿Y si Peter le respondía que no le importaba, lo cual era lo más probable dado que nunca la había buscado? Con los años, ella había aprendido a valerse sola, pero ¿podría hacerlo con Peter? ¿La convertiría él nuevamente en la niña llorosa y asustadiza que había sido? Una llamada a la puerta la devolvió al presente. A su respuesta, Benjamín abrió la puerta.

Benja: Espero no interrumpir- dijo, sonriendo, sus ojos revelaban lo mucho que lo alegraba verla.

Lali: En absoluto- respondió. Se puso de pie y le tendió la mano- Justamente iba a enviarte un mensaje para que vinieras- Benjamín bajó la cabeza y le besó la mano.

Benja: Tal vez no soportabas enfrentarte a mí tan pronto- murmuró- Después de todo, significamos mucho el uno para el otro hace tiempo.

Fue una suerte que Benjamín no pudiera ver la cara de Lali en ese momento. La expresión que adquirió fue de absoluto estupor. ¡Qué patán engreído!, pensó. ¿Realmente creía que ella no recordaba aquella espantosa noche, que no recordaba la razón por la que quería casarse con ella? Cuando Benjamín volvió a levantar la cabeza, Lali sonreía. No había llegado a ser rica mostrando sus sentimientos.

Lali: Sí- dijo dulcemente- Ha pasado mucho tiempo. Siéntate, por favor. ¿Puedo ofrecerte algo para beber?

Benja: Whisky, si tienes.

Lali le sirvió un vaso de whisky irlandés y sonrió con aire inocente al ver la sorpresa de Benjamín. Se acomodó frente a él en una silla y preguntó:

Lali: ¿Cómo está mi tío?

Benja: Temo que falleció- Lali no respondió, insegura de sus sentimientos. A pesar de todo lo que le había hecho, era parle de su familia.

Lali: ¿Porqué has venido, Benjamín?- él tardó un poco en responder.

Benja: Por un sentimiento de culpa- dijo al fin- Si bien no tuve verdadera participación en lo que te hizo tu tío aquella noche, me sentía algo responsable. A pesar de lo que hayas creído oír, yo sí te quería. Me preocupaba que fueras tan joven y me disgustaba que tu tío te mantuviera en tanta ignorancia- rió como si se tratara de un chiste privado- Debes admitir que no eras muy inspirada como acompañante en la cena. Nunca me agradó la idea de casarme con una criatura. Tal vez a otros sí les guste.

Lali: ¿Y ahora?- preguntó, con una sonrisa seductora

Benja: Has cambiado. Tú... ya no eres una niña.

Antes de que Lali pudiera responder, se abrió la puerta y Jennifer entró corriendo, con un ramillete de flores sin tallo en su mano sucia. Era una hermosa niña de tres años, menuda como Lali y con los ojos de Peter. Había heredado también la seguridad de su padre no era asustadiza como Lali a su edad.

Jenni: Te traje flores, mami- dijo, sonriendo.

Lali: ¡Qué dulce de tu parte! Ahora si sé que llega la primavera- respondió, al tiempo que abrazaba con fuerza a su hija. Jennifer, sin amilanarse, observaba abiertamente a Benjamín.

Jenni: ¿Quién es él?- preguntó con un susurro muy audible.

Lali: Benjamín, te presento a mi hija Jennifer. Él es un viejo amigo mío, el señor Amadeo.

Jennifer logró decir "'Mucho gustó" antes de salir con la misma prisa con que había llegado. Lali miró con adoración la puerta que su hija acababa de cerrar dé un golpe y luego volvió a mirar a Benjamín.

Lali: Temo que has visto a mi hija tanto tiempo como cualquiera de nosotros. Puede andar libremente por la posada y aprovecha cada momento.

Benja: ¿Quién es su padre?- preguntó, sin perder tiempo.

Lali respondió con la mentira de siempre: que era viuda pero, tal vez porque ese día había pensado tanto en Peter, sus ojos la delataron. Advirtió la mirada de Benjamin pero no dijo nada para no debilitar el engaño.

Benja: Debo dejar que sigas trabajando, ¿Querrías cenar conmigo esta noche?- aún turbada porque él había descubierto su mentira, Lali aceptó de inmediato- Hasta esta noche, entonces- dijo, y se marchó.

Benjamín se dirigió directamente a la cocina para ordenar una cena muy especial. Cuando le presentaron a Cande y vio la hostilidad en sus ojos, supo que Lali le había contado todo. Al instante, asumió sus modales más encantadores y le pidió que le mostrara el pueblo. Cande aceptó, incapaz de negarse y pasó una de las tardes más agradables de su vida. Si había una cosa que Benjamín había aprendido a hacer en los últimos años, en su búsqueda de una esposa adinerada, era a cautivar a las mujeres. Para el atardecer ya había convencido a Cande de que él había sido una víctima inocente de la codicia de Bartolomé.

Le contó una historia larga y complicada de todo lo que había hecho para encontrar a Lali, de sus remordimientos en todos esos años. Al volver al hotel, Cande estaba encantada con él pero Benjamín había conseguido de ella más que eso: el nombre y el paradero del esposo de Lali. Para la hora de la cena, ya había despachado a un hombre, para que averiguara la verdad sobre Peter Lanzani.

CONTINUARÁ...

ACLARO: LO DE LA EDAD DE LALI, QUE NO SE SABIA ERA LA DE CUANDO SE CASO CON PETER, NO LA ACTUAL. SE SABE EN UN PAR DE CAPITULOS MÁS.

EN EL PROXIMO VUELVE PETER :)