CAPITULO 65

CAPITULO 65

Cande: En cierto modo. Yo le pregunté algunas cosas y otras no. Tardé un poco en armar el rompecabezas, pero lo logré. Ahora ese hombre está más allá de todo orgullo. No le importa lo que tenga que hacer para que vuelvas con él. Si puede conseguir la ayuda de todo un pueblo, lo hará. Tal vez sus lácticas sean un poco... bueno, no es precisamente sutil, pero ¿qué prefieres? ¿Tener una rosa y un hombre como Benjamín o... setecientas cuarenta y dos rosas y Peter Lanzani?

Lali: Pero ¿por qué tiene que hacer todo esto?

Cande: Me has dicho muchas veces que Peter nunca te pedía nada, sino que solamente te decía lo que tenías que hacer y cómo. Si mal no recuerdo, en la ceremonia le dijiste que no simplemente porque no te había pedido que te casaras con él. No creo que ahora puedas acusarlo de no habértelo pedido. Además, dijiste que querías que te cortejara- Cande se puso de pie, sonriendo- Esto puede pasar a la historia- a pesar de sí misma, Lali comenzó a sonreír.

Lali: Lo único que yo quería era un poco de champaña y algunas rosas- Cande abrió mucho los ojos y se llevó un dedo a los labios.

Cande: Por favor, no menciones el champaña. Puedes iniciar una inundación- Lali lanzó una risita.

Lali: ¿Es que nunca hará nada a escala normal?

Cande: ¿No esperas que no?- dijo con seriedad- Yo daría mucho por estar en tus zapatos.

Lali: Mis zapatos están llenos de notas- respondió, impasible. Cande rió y se dirigió a la puerta.

Cande: Será mejor que te prepares. Todos están ansiosos por verte.

Cande rió y salió de la habitación. Lali se tomó un momento para calmarse y para pensar en las palabras de Cande. Todo en Peter era exagerado, desde su cuerpo hasta su casa y sus tierras, ¿por qué esperaba que la cortejara de otra manera?

Con cuidado, recuperó la cinta que había arrojado al papelero y la plegó con ternura. Algún día se la mostraría a sus nietos. Con decisión, los hombros derechos, salió de su despacho y se dirigió a los salones públicos.

Nada habría podido prepararla para lo que la esperaba. La primera persona a la que vio fue la abuela de la señora Elisa, sentada en una silla, sonriéndole con la mitad de la cara, pues la otra mitad se le había paralizado con el ataque.

Lali: Me alegra mucho que haya podido venir- le dijo, como si hubiese enviado invitaciones para aquella fiesta.

-¡Setecientas cuarenta y dos!- decía un hombre- Y la última es de cristal, traída de Europa.

-¿Cómo habrá hecho para traerla sin que se rompiera?

-¿Y cómo habrá llegado a mi desván? La escalera se rompió hace dos días y no tuve tiempo de arreglarla. Pero ahí estaba: una bonita cinta sujeta a un fardo de heno, con una proposición matrimonial para Lali.

Un hombre pintaba un rosal en la pared del bar y al lado de la pintura había números: 5 hs, 1 rosa: 5:30 hs, 2 rosas, hasta llegar a treinta y ocho rosas a las once y treinta de la noche y una rosa a medianoche, más el total al pie. Lali no se molestó en preguntar quién era el pintor o quién le había dado permiso para pintar en su pared. Estaba demasiado ocupada recibiendo preguntas.

-Lali, ¿es verdad que ese hombre es el padre de Jenifer pero no estás casada con él?

-Estábamos casados cuando nació Jennifer- trataba de explicar- Pero yo era menor de edad y... - otra pregunta la interrumpió

-Lali, no me agrada que ese hombre deje notas en mi caja fuerte. Tengo documentos privados allí, y la palabra de un abogado a sus clientes es sagrada.

Así siguieron, hora tras hora, hasta que la sonrisa de Lali parecía pegada a su cara. Sólo una vocecita a su lado la hizo reaccionar.

Jeni: Mami...- Lali bajó la vista y vio la carita de su hija, visiblemente preocupada por algo.

Lali: Ven- le dijo, al tiempo que la levantaba en brazos y la llevaba a la cocina- Veamos si Cande puede prepararnos el almuerzo, y lo comeremos en el campo.

Una hora más tarde, Lali y su hija estaban solas junto a un arroyo al norte de Scarlet Springs. Habían acabado con una cesta llena de pollo frito y pasteles de fresa.

Jeni: ¿Por qué papi no vuelve? ¿Y por qué no me escribe cartas como a todos?

CONTINUARÁ...

@iamlaliter