CAPITULO 34
Lali:
Bien- murmuró- Tal vez cuando estemos en tierra firme se me pase esta
descomposición- esa declaración pareció divertir a Peter, que la abrazó con
fuerza y le acarició el cabello.
Peter:
Creo que se te pasará muy pronto.
Las
horas siguientes fueron un furor de actividad. Sarah guardó en el baúl los
últimos vestidos de Lali y pagó Peter a
ella y a las otras mujeres que la habían ayudado. Hubo lágrimas cuando Sarah y
Lali se despidieron. Sarah planeaba quedarse en el barco y viajar a Nueva York
para ver a su familia. Todas las mujeres a las que Lali había ayudado al
comienzo del viaje se reunieron y le obsequiaron una manta como para una criatura
tejida con un hermoso diseño.
-Pensamos
que pronto la necesitará- dijo una mujer, mirando a Peter con picardía.
Lali:
Muchísimas gracias- dijo, más complacida de lo que las mujeres podían imaginar,
pues no había manera de decirles que eran sus primeras amigas.
Esa
noche permaneció despierta en brazos de Peter, contemplándolo a la luz de la
luna. Deseaba que él no hubiese llegado a significar tanto para ella, deseaba
poder odiarlo como al principio, o incluso encontrarlo despreciable, pero ahora
todo lo que sentía era una abrumadora soledad por su próxima separación: la de
aquel hombre de quien había llegado a depender, y de las otras mujeres que la consideraban
una amiga y no pensaban que era una insensible.
Por
la mañana estaba muy callada. Esforzándose por sonreír, de pie en la cubierta,
se despidió de sus amigas, que estaban contentas de desembarcar y entusiasmadas
por su llegada a casa o a una nueva tierra. Peter la había dejado sola mientras
ordenaba el desembarco de sus pertenencias. Esa mañana, al despertar muy tarde,
Lali vio que el barco ya había atracado y que algunas personas desembarcaban.
Con un beso rápido, Peter le dijo que estaría ocupado hasta la tarde y le
explicó que la tormenta los había acercado a América. Como habían llegado varios
días antes de lo planeado, nadie había ido a esperarlos.
¡Esperarlos!,
pensó Lali con desagrado, mientras observaba a Peter dando órdenes a algunos marineros
que apilaban los baúles.
-¿Señora
Lanzani?- Lali se volvió hacia la tímida voz y halló Gastón Dalmau. Parecía más
delgado, y sus ojos miraban a un punto ligeramente a la izquierda de la cabeza
de Lali.
Gas: Quiero
desearles lo mejor de todo a usted y a su esposo
Lali:
Gracias- respondió. El rostro de Gastón reflejaba todo el miedo que sentía y
Lali deseó que el suyo no fuera tan evidente- Espero que a ambos nos guste
América más de lo que pensábamos Gastón hizo oídos sordos a aquel comentario,
que le recordaba las conversaciones que habían mantenido, estaba demasiado
avergonzado.
Gas: Diga
a su esposo...- no pudo terminar. Tomó la mano de Lali, la besó y la miró a los
ojos un momento- Adiós- murmuró, y se marchó de prisa por la pasarela.
Conmovida
por los sentimientos de Gastón, Lali se inclinó sobre el barandal y vio a Peter,
que la miraba con el ceño fruncido. La muchacha lo saludó alegremente con la mano
y pensó por primera vez que quizá lograra salir adelante sola en ese nuevo
país. Después de todo, había hecho amigos en el barco. Tal vez…
Peter
no le dio más tiempo para pensar, pues unos minutos más tarde estaba diciéndole
que se diera prisa y comiera, que se pusiera ropa resistente, que guardara la
ropa en el baúl... en fin, estaba dirigiendo su vida. Lali pensó que él no veía
el momento de librarse de ella, y le obedeció con una lentitud que enloquecía a
Peter.
Peter:
O terminas en dos minutos o te saco de aquí por la fuerza- le advirtió- Nos
espera una carreta, y quisiera llegar antes del anochecer- la curiosidad de Lali
pudo más que el resentimiento.
Lali:
¿Adonde vamos? ¿Me... me has conseguido un empleo?- Peter se detuvo, con el
baúl a su espalda y le sonrió.
Me encantaron todos estos caps
ResponderEliminarEspero el cpa donde me quedo k no falta mucho.
Lo espero..........
Tkae care ♥